ENFOCANDO

Hay ocasiones en que pareciera que la vida se pone un poco mas complicada de lo que es. 

Como si de la nada te bombardearan, una tras otra; enfermedades, problemas, complicaciones, despedidas, un todo que te golpea... el pilón de éste dia fué una extorsión telefónica para mi familia, sin consecuencias físicas ni económicas ¡Gracias a Dios! 

Muchas veces creemos que podemos llevar a cuestas toda esa carga pesada, tanto se nos quiere hacer pensar en que somos suficientes, en que el poder está dentro de nosotros o que no necesitamos a nadie mas que a nosotros mismos, que sólo nosotros podemos ayudarnos, nosotros, nosotros, yo, yo, yo... la buena noticia es que no es así, somos incapaces. 

Sino yo ¿Quién?, Sino eres tú ¿Quién? y exactamente es dónde muchos se pierden en la mala desición de depender de alguna persona (A mi me sucedió, antes de conocer a quién podia llevar mis cargas), puede ser una pareja, que es lo más común, puede ser un amig@ o alguno de tus padres, sin embargo es alguién que también necesita que lleven sus cargas, al igual que las tuyas. También puedes intentar distraerte; en algún pasatiempo, una actividad, en tu trabajo, el arte, la vida nocturna, alcohol, alguna droga, incluso la misma comida. Nadie puede llevar tus pesadas cargas, ni tu, ni las personas que te rodean.

En medio de ese tumulto de cosas, al levantarme leí una porción que se encuentra en la biblia: "Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quién la perfecciona". Hebreos 12:2, Hay tanto que sucede a nuestro al rededor, tantos problemas y distracciones, pero la solución está aquí, no distraernos, enfocarnos en Jesucristo... y ¿Por qué en Él? Porque Cristo mismo padeció sufrimiento estándo en la tierra, murió en la cruz y aceptó el padecimiento, lo más impactante es que lo hizo por puro amor, por amor a nosotros, su gran y perfecto sacrificio no termina en muerte, el venció la muerte, la tumba donde lo habian sepultado quedó vacía... Él resucitó. Culminó su tarea, una colosal tarea que llevaba mucho dolor, sin embargo, dice su palabra que él se ofreció así mismo por nosotros. El dijo: "Yo" por amor. Por eso Él es el gran vencedor y el Gran Vencedor puede llevar tus cargas, aún las más pesadas, las más dolorosas, las decepciones, lo más vergonzoso u oculto el puede llevarlo por tí. Nada hay que podamos ocultarle, él conoce bien nuestro corazón y nuestras intenciones, lo que nos entristece, lo que nos hace llorar. Cuando aceptamos que no podemos más, cuando le entregamos toda nuestra vida, él la toma y lleva las cargas por nosotros. 

Ya deja de cargar con tanto peso... No puedes llevarlo por tí mismo, pero Cristo puede hacerlo por tí. "Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, yo los haré descansar." Mateo 11:28 ..."Vengan" una dulce invitación para dejar de llevar peso.

"¡Sólo en Jesús hay salvación! No hay otro nombre en este mundo por el cual los seres humanos podamos ser salvos." Hechos 4:12.

Los problemas no desaparecen, Jesús mismo lo dijo, que en el mundo tendriamos aflicción, pero tambien dijo que confiaramos, porque Él ya habia vencido al mundo. La potente diferencia es que si le entregas tu vida a Cristo, ahora Él estará contigo, ahora el llevará tus cargas, ahora Él te sostendrá. El prometió "Yo estaré con ustedes todos los dias, hasta el fin del mundo" Mateo 28:20.

¿A quién estás mirando mientras cargas tus problemas? Si lo piensas bien, probablemente a la persona equivocada.

¿Quieres dejar de cargar? (Por favor).

¿Quieres tener salvación?

¿Quieres entregarle tu vida a Jesucristo?

Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor, y con tu corazón crees que Dios lo resucitó, alcanzarás la salvación. 

Romanos 10:9

Recuerda Mirar fijamente a Jesucristo.

Pd. Dios también fija su mirada en nosotros:

<< El Señor dice: 

"Mis ojos están puestos en ti. 

yo te daré instrucciones, 

te daré consejos, 

te enseñaré el camino que debes seguir. 

Los malvados tendrán muchos dolores, 

pero el amor del Señor 

envuelve a los que en él confían.>> 

 Salmo 32:8-10

Con mucho mucho amor en Cristo, 

Gabriela Rojas